El violonchelo de Vanesa Vilela es una artefacto pop. Tiene un cuerpo de latas de refrescos de colores y un mástil con tenedores retorcidos. A primera vista es fácil dudar de su sonido. Pero en un instante, esta joven de 20 años desliza sus dedos por los trastes, pasa el arco por las cuerdas y (...)