Article de Presse : El mural feminista se multiplica

, par Peyre Garcia Lise

Lien vers l’article complet , EL País, 5/02/2021

Los alumnos del colegio público rematan el mural.PACO PUENTES / EL PAÍS

Frida Khalo, Valentina Tereshkova, Rosa Parks o Nina Simone. Son algunas de las protagonistas de un mural en el distrito de Ciudad Lineal de Madrid y, ahora también, en el patio del instituto Juan de la Cierva de Puente Genil (Córdoba). Sus caras se han replicado en este municipio rodeado de olivos y van camino de hacerlo por muchas otras paredes de España después de que Vox propusiera borrar el muro original y casi lo consiguiera. “Algo se está moviendo”, dice Jorge Nuño, de 37 años, abogado y uno de los artistas que participó en aquella creación en 2018. Hoy ve con orgullo cómo dos centenares de alumnos y alumnas de Secundaria y Bachillerato han repetido la obra feminista. Con las manos llenas de pintura, siete de ellos daban este lunes el último repaso bajo las indicaciones de su profesor de Dibujo Técnico y Educación Plástica, Alejandro Saldaña.

Vox pidió que la obra de Ciudad Lineal se borrase porque tenía un “mensaje político”. El PP apoyó la propuesta y Ciudadanos, inicialmente, también. A la efectiva lucha vecinal en su defensa se han unido ahora asociaciones de vecinos, ayuntamientos y organizaciones que han solicitado permiso para repetirla en sus entornos más cercanos. “Estoy encantado con tanta llamada, pero no hacía falta la autorización”, asegura Nuño, sorprendido por la respuesta popular. Él es una de las ocho personas que conforma Unlogic Crew, colectivo de artistas —entre los que hay docentes, diseñadores y una periodista— que entre septiembre y octubre de 2018 lideraron la actividad donde la ciudadanía decidió las 15 mujeres que conforman el mural madrileño y lo dibujó. Cádiz, Tarragona, Lorca, Soria, Alcorcón, Salamanca, Rivas-Vaciamadrid y el municipio castellonense de Geldo han contactado con él para seguir el camino iniciado en Puente Genil. La mayoría quieren, además, incluir referentes del feminismo de sus entornos cercanos. “Y hay muchos más lugares interesados”, Nuño.

Entre los charcos que han dejado las lluvias de la noche anterior, Saldaña coloca varios cubos de pintura plástica. Tiene el mural casi listo. Este lunes por la mañana seis chicos y una chica, todos de 16 años, agarraban los pinceles para terminar de colorear el kimono de la periodista Kanno Sugako, los ojos de la cordobesa Gata Cattana y los labios de Valentina Tereshkova. Ha sido ella, la primera mujer en ir al espacio, la que llamó la atención de Nazaret Morillo. “Nadie nos lo había contado hasta ahora”, dice la chica, que quiere ser arquitecta. “También es interesante por toda esa historia sobre la Guerra Fría y la carrera espacial”, apunta su compañero José Luis Ruiz, que tiene tres hermanas. “Desde pequeños nos han inculcado que hombres y mujeres somos iguales, quizá es una ventaja que tenemos frente a generaciones anteriores”, dice rotundo el chaval, al que le gustaría estudiar Ingeniería Informática.

“A la mayoría de estas mujeres no las conocíamos, solo a Frida Kahlo”, señala Rafael Guerrero, que junto a Rafa, Manolo, Ismael o Raúl, ha participado activamente en la obra del instituto cordobés. Incluso fuera del horario escolar, para sorpresa de su profesor. Saldaña llevaba meses rumiando la idea de convertir la pared blanca de 40 metros del patio del instituto en el lienzo perfecto para lanzar un mensaje contra el machismo. Cuando saltó la polémica en Madrid, se le ocurrió mantener en su instituto aquella obra que peligraba. Fue uno de los primeros en contactar a Unlogic Crew. Ahora el ayuntamiento de Puente Genil quiere que lo repita en otro rincón del municipio. “Yo encantado, pero debo ir pensando en estudiar”, relata Saldaña. A sus 40 años busca aprobar las oposiciones para continuar en el IES Juan de la Cierva, donde estudió para después hacer Bellas Artes en Granada y un máster de cine en Córdoba y al que ha vuelto este curso como interino.

A un paso del lema Tus capacidades no dependen de tu sexo y con las manos manchas de pintura, el profesor cree que más allá del mensaje de la igualdad y de reivindicar la figura de la mujer, el mural sirve a su alumnado como excusa para hablar de arte, literatura, clasismo o racismo. El feminismo es solo uno de los temas transversales que desarrolla en sus clases : ecología, acoso escolar, hábitos de vida saludable, homofobia o racismo son algunos de los aspectos que se analizan mientras explica técnicas como el puntillismo o el collage.

“No estamos adoctrinando a nadie, esto no tiene connotaciones políticas de ningún tipo”, aclara José Sánchez, director del instituto. A su lado, los chavales dejan los pinceles en el suelo porque ha acabado la clase. “Profe, ya queda nada”, avisan alegres. Apenas saben que son los pioneros de un movimiento que ha conseguido el efecto contrario al que quería Vox. Pronto no habrá un mural feminista : habrá decenas.

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